viernes, 17 de junio de 2011
¿Quiéres ser reportera?
Terminaba la década de los 70's y terminaban también cuatro años de estudios. Una flamante carrera de Administración de Empresas que se cursa sin saber bien a bien porqué o si algún día servirá para algo. Un puesto de analista de precios en la Secretaría de Turismo y un aburrimiento mortal, entre café y lectura de periódicos.¿Qué puedo hacer para salir de esto? ¿Por qué no estudié Historia que tanto me gustaba? ¡Un don o medio don para redactar! ¡Eso era lo que en verdad disfrutaba! ¿Cómo expresarlo, cómo escribir? ¡QUIERO SER REPORTERA EN TELEVISA!
Una llamada de teléfono, no celular, que entonces ni soñábamos que existirían. Escucho una voz muy agradable que me dice: "Soy Guillermo Herrera de 24 Horas,¿eres Julieta? Tu papá me comentó que te gustaría ser reportera. Una cena al día siguiente en un lugar de moda en ésa época, ubicado en la calle de Altavista. Muy nerviosa pero puntual, me acerco a la mesa que me indican. Se levanta un señor delgado, de pelo canoso y me saluda, me invita a sentarme. Pasan minutos, me doy cuenta, ¡No puede ser, no lo puedo creer! Guillermo Herrera, reportero de 24 Horas, no puede verme. Las radiaciones le habían quemado las retinas, pero nunca lograron acabar con su carácter fuerte, con su alegría y su tenacidad para seguir adelante contra todo y muchas veces contra todos, eso sí, siempre con el apoyo de Don Emilio Azcárraga Milmo y de su amigo Jacobo.
El tiempo empieza a correr y él me explica como es el trabajo de un reportero. Ahora me doy cuenta que con toda la intención, me dió la primera lección y me hizo el primer examen. El panorama que me pintó era para asustar a cualquiera. Trabajo y estrés, mucho; tiempo para uno mismo, poco, pero además, competencia, esfuerzo, dedicación, disponibilidad, etc, etc. Y muchas veces, me dice, llegarán la frustración y el sentimiento de injusticia. ¿Todavía quiéres ser reportera? SÏ
Guillermo me informa: el viernes te va a recibir el señor Félix Cortés Camarillo en Noticieros. Hay que entrar por Niños Héroes 27, será en la tarde y ya platicarás con él. La cena se me atraganta y los nervios aparecen prematuramente. El viernes por la tarde, no sé cómo, me encontré en la oficina del Sr. Cortés Camarillo,quien está detrás de su escritorio, con los lentes que serían su distintivo, puestos. Me invita a sentarme y me suelta de pronto: "Mire, va a trabajar aquí porque así lo quiere mi jefe el Señor Azcárraga". Siento que desaprueba y agrega: "Ser reportero no es lo mismo que administración de empresas" Creo que el silencio fue la respuesta o tal vez, un muy bajito sí. ¿De perdida sabe escribir a máquina? El sí, esta vez fue firme y fuerte. "Mire, escriba una editorial sobre la política externa de Idi Amín...se queda pensando...sobre las magaritas que adornan París...Me quiero morir. Vuelve a hablar y sus palabras me salvan. "Sobre lo que usted quiera" Ya puedo respirar.
Llama a su Secretaria y le pide un máquina de escribir para mí. No sé cual era la marca ni el modelo, sólo que era vieja, mecánica y con un teclado durísimo. Creo que el dolor en los dedos me duró varios días. Me siento frente a ella y los minutos con la mente en blanco me parecen horas. ¡Ya sé! En 24 Horas han estado pasando reportajes que hace Virginia Sendel sobre un gran descubrimiento en el centro de la ciudad de México. En febrero de 1978 encontraron por accidente una gran monolito con la imágen de una diosa azteca, desmembrada y adornada con cascabeles. Se llama Coyolxauhqui y era hermana del Dios Huitzilopochtli. Los trabajos arqueológios sólo han empezado.
Los reportajes de Virginia, cómo nó, con mi enorme pasión por la historia me habían cautivado, y así, encontré por fin el TEMA: El Templo Mayor, sin imaginarme siquiera que la Fundación Televisa participaba de manera tan importante en el Proyecto. Empiezo a escribir sobre la importancia del descubrimiento y la paradoja de que lo que se creyó destruido para siempre por los españoles durante la Conquista de México, emerge debajo de las calles del centro, justo enfrente de la Catedral, como reclamando el lugar de protagonista del mestizaje que da vida a los mexicanos. Los dos símbolos de lo que somos, frente a frente.
Con esfuerzo y dolor, mis dedos se mueven. Por fin, son dos cuartillas y voy a buscar al Señor Cortés Camarillo. Me dicen que está en el estudio de 24 Horas y me explican como atravesar el patio para llegar. Él está sustituyendo esa noche a Jacobo Zabludovsky. Me parece entrar en un mundo irreal y me acerco a las puertas metálicas que aíslan el estudio. Veo a Félix ante un escritorio y alrededor, personas que se deslizan con cámaras, micrófonos, cables. Se siente frío y espero. Vienen anuncios y con una seña, me llama hasta el escritorio. Me extiende la mano y le entrego mis dos cuartillas. Empieza a leer y oigo varias veces el ummm, que me va poniendo cada vez más nerviosa. ¡De repente, dobla las hojas por la mitad, se inclina y las echa en un bote de basura que se encuentra disimulado, junto al escritorio del estudio! Oigo su voz que me dice: "Preséntese a trabajar el lunes" ¡Se acabó! ¡Terminó la entrevista y voy a ser reportera de 24 Horas! el lunes...
¡Hoy al comunicarme con Mayra Herrera Roqueñí, la hija de DON GUILLERMO, para pedirle una foto, me comenta que justo en estos días será el aniversario luctuoso de su papá!
Con el tiempo, me dí cuenta, del gran ejemplo que día a día nos dió Guillermo Herrera a través de su trabajo, que llevó a cabo sin pensar en las limitaciones, recuerdo su forma increíble de bailar, de divertirse, de vivir. Sus consejos y su gran sentido del humor, cuando un día, por la tarde, caminaba del brazo con él por la calle de Niños Héroes de regreso a la redacción. De repente, se nos atravesó casi en los pies, una rata enorme y grité como una verdadera enajenada, sin pensar en lo que pasaría por su mente al oír mis gritos y no saber que pasaba. Cuando se lo expliqué, riéndose con ganas, me dijo: "Esa es una de las ventajas de no ver". Tampoco podré olvidar nunca su enorme entereza cuando una tarde de domingo en que yo estaba de guardia en la Jefaura de Información, sonó el teléfono y me preguntó: ¿Me puedes tomar una nota? Su voz empezó a dictar, narrando con detalles la muerte de su hijo, Guillermo Herrera Roqueñí, asesinado en su coche en la calle de Copilco tan sólo minutos antes. ¡Ese fue Guillermo Herrera y su segundo apellido, como él siempre lo dijo, de 24 HORAS!
Un recuerdo y un homenaje para él.
Informa en 24 Horas Julieta Berganza Linares.
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Hoy de gran temple, sensibilidad y mucha agudeza para la investigación periodística. Muy ameno tu homenaje.
ResponderEliminarJulieta,
ResponderEliminarGracias por compartir con tus lectores estas memorias, realmente quedan ganas de seguirte leyendo. Puedo imaginarme el México que describes, las calles, los teléfonos, la universidad y tu carrera, el 24 horas que nos traes.
Qué fuerte debió ser tomar la nota de Guillermo Herrera. Esperamos tus futuras publicaciones,
Respetuosamente, Abraham
Hola, buscando info de mi tía Mayra, encontré esta página.. qué padre encontrar un artículo de mi abuelo con tan buenos comentarios.
ResponderEliminarSaludos,
Mayra Herrera Jr.
Aunque yo solo era un televidente del noticiero 24 horas, recuerdo mucho los reportes del sr. Guillermo Herrera con su peculiar remate de noticia. Una gran historia de vida para futuras generaciones. QDEP.
ResponderEliminarGuillermo Roqueñi así se hacía llamar y yo lo amaba cuando yo tenia 12 años; lo amé tanto como a su Benz blanco con manchas de laminado; me llevaba varios años y siempre me vio como niñita; lo seguí hasta mis 19 y cuando tenía yo 25, viendo las noticias, supe que lo habían matado. Aún lo guardo en mi corazón.
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