sábado, 21 de mayo de 2011

Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir



Son jóvenes, inteligentes, bien organizados y con un montón de metas y sueños en la vida. Son los Indignados de la Puerta del Sol que el 15 de mayo decidieron tomar las calles madrileñas para mostrar su energía y coraje. Ya están hartos de no tener futuro, de no tener casa, de no tener un trabajo digno. Están enojados porque los poderes fácticos son los que mandan. Están cabreados porque los políticos de los dos grandes partidos no ofrecen soluciones y se rinden a los caprichos del gran capital.
Hacía mucho tiempo que no veía a tantos hombres y mujeres unidos por un ideal: mostrar su indignación de manera pacífica. Pensé que en este país, que se ha vuelto tan aburridamente europeo, la juventud estaba apagada. Me equivoqué y lo que estoy atestiguando en la Puerta del Sol es a un montón de locos y locas que con un ingenio fabuloso y con las propuestas muy claras ha logrado mover de sus cómodas poltronas a toda una sociedad, a todo un país. Acudir a la llamada de estos tíos y tías, caminar entre los improvisados puestos de “Información”, “Respeto”, “Comida” y escuchar qué dicen y, lo que es aún mejor, cómo lo dicen, de verdad, pone la piel de gallina. Desde mis tiempos universitarios no veía algo así. Bueno, sí, durante el plantón que se organizó en la ciudad de México cuando trataron de minarle el camino a AMLO.
Prácticamente todos los kioskos de periódicos y lotería, las cabinas telefónicas, las entradas de Metro y las enormes vallas publicitarias que cubren los emblemáticos edificios de Sol están llenas de carteles que invitan a la reflexión, a la indignación, pero también a la sonrisa:

“No estoy contra el sistema… el sistema está contra mí”
“Violencia es cuidar sola a tu padre con Alzheimer”
“Soy rebelde SIN CASA”
“Austeridad… para sus guerras”
“La revuelta enamora”.


¿Quiénes son ellos? En los últimos días, hemos oído cualquier cantidad de imbecilidades, sobre todo, de la derecha española. Desde que están gestionados por ETA (según César Vidal... ¡por favor, no compren sus libros que venden en Sanborn´s!) hasta que deberían irse al Palacio de la Moncloa (donde reside el gobierno de Rodríguez Zapatero) y no venir a ensuciar la Plaza del Sol (no vaya a ser que molesten a los turistas, ¿verdad Esperanza Aguirre?).
Se trata, afirman los voceros del movimiento, de personas que han sido convocadas a través de las redes sociales a venir libre y voluntariamente a seguir reivindicando la dignidad y la conciencia política y social. Es, pues, un movimiento político, pero no partidista. Constantemente se escuchan peticiones a través de improvisados megáfonos pidiendo que no se acepte propaganda de los partidos ni se invite a votar por ninguno. Tampoco están a favor de la abstención ni del voto en blanco. Están por cambiar la Ley de Partidos que en este país afecta a los más pequeños (un voto del PSOE equivale a 8 de Izquierda Unida, por ejemplo) y, sobre todo, por conocer las diversas opciones que existen en el ejercicio del voto. “Nos une una vocación de cambio”, aseguran. “Estamos aquí porque queremos una sociedad nueva que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos”. Una pancarta lo corrobora: “Mandan los mercados y no los he votado”.

Todavía no se sabe hasta dónde (ni siquiera a dónde) llegará este movimiento conocido como “15-M ¡Democracia real, YA!”. Incluso los sociólogos están desconcertados. Lo único que se sabe es que su presencia, no sólo en Madrid sino en más de 60 ciudades de España y en 14 capitales extranjeras, puede afectar a las elecciones municipales y autonómicas de este domingo 22. Vicente Verdú, periodista de EL PAÍS, escribe que el efecto de estas “pacíficas bombas de racimo, aparentemente inofensivas, está acentuando una ira ciudadana cuya magnitud es difícil de calibrar”.

La Junta Electoral Central ha prohibido la celebración de las concentraciones este sábado (día de reflexión) y el domingo (día de la votación). El movimiento mantiene el pulso ante este veto. El gobierno socialista ha anunciado que no usará la fuerza pública para desalojarlos (¿qué pasaría si el que estuviera en el poder fuera el Partido Popular?).
La primavera madrileña, tan esperada por todos, nunca ha sido tan seductora como hoy. Con estas mujeres y estos hombres jóvenes y entusiastas, con los padres y las madres que llevan a sus bebés, con los abuelos y las abuelas que vivieron otros tiempos revueltos. Pero sobre todo, con esa consigna que está en la cabeza de todos:
“Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”.

Informa en 24 HORAS, Laura Martínez Alarcón







2 comentarios:

  1. Laure, pues sí que han pasado cosas en España y Madrid en las últimas horas.

    Hoy despertamos con el resultado de las elecciones, la cara dolorida de Roríguez Zapatero y todas estas personas que se manifiestan buscando cambiar algo ¿Qué con estos últimos ahora que el PP toma el control de tantas ciudades y provincias? Who knows?

    Besos, Bele

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  2. Excepcional narración Laura, nos hace de alguna forma estar allí. Aca en el DF fui a la marcha que convocó el poeta Javier Sicilia. "No más sangre". Me hizo llorar, fui con toda mi familia. En una pancarta leí: "No todos los padres son poetas, pero todos los hijos...son poesía". Hace unas cuatro o cinco colaboraciones el Lic. Zabludovsky escribió sobre las sociedades que toman la calle en el Universal. Excelente.Un abrazo te lo recomiendo. Rafael Gálvez.

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