sábado, 30 de abril de 2011

Los primeros días

Fernando del Monte

Tenía 18 años cuando aterricé en la redacción de “24 Horas”. Gracias a la intercesión de Don Antonio Azuela, un buen amigo de mi padre, quien trabajaba en aquel entonces en Telesistema Mexicano, pude acceder entonces a algo parecido a un empleo.
Era la mañana del 19 de diciembre de 1976, me trasladé en metro hasta la estación Balderas, llegué puntual, ataviado con saco y corbata, caminé unos metros sobre la acera de Niños Héroes y me presenté en el edificio de Telesistema, contiguo al de Noticieros. El señor Azuela me recibió amablemente y me acompaño a la oficina de Don Aurelio Pérez, el Vicepresidente de Noticieros, quien después de obsequiarme un buenos días, le pidió a su secretaria que llamara a Raúl Hernández, quien se hizo presente en cuestión de segundos. Recuerdo con precisión sus palabras, sin mayor preámbulo Don Aurelio le dijo: “Raúl, el señor del Monte va a trabajar con nosotros, que aprenda lo que haya qué aprender, que comience desde abajo”. Raúl me miró con el desdén propio de quien es interrumpido en sus labores por un superior para atender un asunto sin relevancia, y me soltó un desangelado “bienvenido a la chamba”. Esas palabras marcaron el inicio de lo que a la postre sería mi carrera de más de tres décadas en la televisión.
El inicio fue poco menos confuso que un guión de Buñuel. Durante días se repitió un extraño y absurdo ritual: llegaba a las 8 de la mañana, saludaba a Luz María (una santa que durante años se hizo pasar por su secretaria), permanecía afuera de su oficina en espera de cruzar una mirada a través del cristal y hacerle notar que el soldado del Monte estaba listo para recibir órdenes, me sentaba al lado de la mesa de trabajo de los cablistas y esperaba durante horas, ingenua y ansiosamente por el momento de ser requerido. Durante las primeras semanas me percaté de que en ese ambiente, tan exigente de resultados e impregnado de egos, la inexperiencia y la juventud no representaban un atenuante, no habría para mí consideraciones especiales. Pensé que eso era normal y que habría que ser paciente, pero poco a poco me comenzó a incomodar esa cualidad de invisible que me adjudicaba el señor Hernández. Así fue día tras día, durante semanas, hasta que por fin se convenció de que su indiferencia no me haría claudicar a mis afanes de aprender el oficio. Fue entonces cuando obtuve mi primera comisión: me convertí en el asistente de Pepe, el office boy de la jefatura de información. Ya se que no es gran cosa, pero en aquellas circunstancias me pareció suficiente. Así fue que aprendí lo que significa la frase "comenzar desde abajo".
Informa en "24 Horas" Fernando del Monte

miércoles, 20 de abril de 2011

La TV regiomontana viste luto.

La televisión regia está de luto. La frase se repite ahora que don Mario Quintanilla García y don Lázaro Salazar Noyola se han despedido de este mundo con pocas horas de diferencia.

Hubo entre ellos, eso sí, una diferencia mayor: el primero era el patrón y el segundo, el asalariado. Ambos representaron -muy dignamente cada uno- el papel que les correspondió en la escena del entretenimiento (léase televisión) local durante su mejor época, su “época de oro”, para cumplir con el lugar común, la frase hecha, el cliché inexorable. Pero es verdad.

Hay luto en la TV regia; mas no es a partir de este fin de semana que nuestra pantalla chica se viste de negro tras la partida de Mario Quintanilla y Lázaro Salazar. El luto, en realidad lleva aquí varios lustros. Tantos como tiene de muerta nuestra antes querida -y respetada- televisión regiomontana.

El imperio Televisa nació, creció, y se fecundó varias veces, en el solar regio. Para nadie debe ser desconocido que el goliath televisivo primero fue un gigante radiofónico. Sin esa majestuosa catedral, cuya torre más reconocida fue la XEW, no habríamos visto suceder el milagro del video en la misma forma que lo conocimos. La catedral tuvo otras torres… y la primera fue la de Constantino de Tárnava.

La primera señal de radio en español, formalizada en el concepto de un programa con artistas invitados, con maestro de ceremonias a guisa de conductor y un público dividido entre el “estudio” y el “aire” lo transmitió de Tárnava, aquí en Monterrey, la noche del 9 de octubre de 1921. (En la entidad sólo había dos aparatos radiorreceptores, y la sala de la casa familiar en padre Mier y Guerrero, sirvió de “estudio”.)

Tiene especial significado que, durante el creciente pero paulatino éxito de su estación, conocida primero como CYL y luego como XEH, el ingeniero de Tárnava haya sido socio de Emilio Azcárraga Vidaurreta. Es la etapa de la introducción de la radiodifusión en nuestro país; no menos lo tiene que, años después, Mario Quintanilla le haya comprado su estación al veterano inventor/productor/artista.

Respetando proporciones y particularidades, ocurrió igual cuando en los primeros años de la televisión mexicana, se unieron los canales 4 (XHDF) de los O’Farrill, 5 (XHGC) del inventor Guillermo González Camarena y 2 (XEW) de los Azcárraga, en la empresa Telesistema Mexicano, S.A.; a la que luego se le uniría en 1972 Televisión Independiente de México -que también se había gestado en nuestra Sultana del Norte-, vale insistir, para hacer surgir al emporio TELEVISA.

Para el fundador original del imperio, Emilio Azcárraga Vidaurreta, siempre fue un misterio porqué en Monterrey, su producto favorito –el Canal de las Estrellas, XEW-TV canal 2- nunca pudo romper las barreras del rating frente a su “canal hermano”: XEFB-TV canal 3 (hoy canal 2 o canal 34, que parece que de lo que se trata es de romperle la identidad o al menos desaparecerlo de las listas, cosa que ya casi logran).

Para todos los que pasamos por ahí en alguna época de trabajo profesional, siempre fue algo muy normal posicionarnos por arriba de las telenovelas, las series humorísticas y los programas de entretenimiento que llegaban desde México y pasaban por el canal 10 (el retransmisor local del 2 capitalino) y más fácilmente arriba de lo de canal 5 (que desde siempre pasa por el 6 local). Para el Tigre Azcárraga Milmo el asunto era verdaderamente irritante y es bien sabido que, a diferencia de su padre, nunca hizo buenas migas con don Mario.

Así, para no alargar innecesariamente estas líneas, adelanto una conclusión evidente: en Monterrey durante cinco o seis décadas se hizo muy buena radio y muy buena televisión. Y si bien Mario Quintanilla no fue el único artífice de toda esa historia, sin duda fue uno de sus protagonistas más importantes, sino el que más, sobre todo en lo que se refiere a la televisión.

Finalmente, en este escenario, aparece hacia inicios de la década de los setentas un aprendiz de reportero y comunicador quien por su modestia y sencillez encuentra lo mismo amigos que enemigos.

Amigos fuimos todos los que, como él, buscábamos en el nuevo medio la forma, las posibilidades, de subirnos al vehículo de la comunicación moderna y aprovechar las extensiones de ojos y oídos que la tecnología nos brindaba, para acercar al público a la realidad de un mundo palpitante.

Pero en esos engañosos pasillos que se extienden a lo largo y ancho de los pisos primero y segundo del edificio en la esquina de José Marroquín y Albino Espinosa, ya desde hace tiempo se ha instalado una forma clasista de reconocer al cliente (el anunciante, al que se debe complacer); al televidente (el pueblo, al que hay que seducir), y al trabajador (los que como todos los asalariados -especialmente los que quieren ser famosos- tienen que aprender a callarse y soportar las condiciones unilaterales que imponen los dueños de los bienes de capital y de producción). A lo largo de su carrera Lázaro Salazar Noyola tuvo que superar una creciente oposición a sus esfuerzos para remontar el río arriba con su carga vital.

Y en el grave silencio presente es deber decirlo: a la capilla ardiente instalada a menos de cinco cuadras de distancia, no llegó ni una sola flor a nombre de la televisora, tan querida por el reportero. Esa televisora a la que, como profética señal, el cronista de límpidos ideales dedicó sus últimas palabras públicas mediante una llamada telefónica en un programa dedicado precisamente a la memoria de don Mario Quintanilla. Así fue hasta el final Lázaro Salazar: el amigo siempre noble y siempre muy agradecido.

Así son las cosas ahora. Pero así no eran antes. Y por eso don Mario, que ya era don Mario, le ayudó en aquel entonces a Lázaro para que llegara a convertirse en don Lázaro. No fue a base de dinero, de canonjías o de privilegios. Fue sólo a partir de espacios para trabajar. Trabajar el periodismo con dignidad, con limpieza, con sencillez, pero siempre en forma vertical y muy honesta.
Pero esa dignidad vertical se acabó hace muchos años, y murió la palabra honesta. A partir de entonces, la televisión regiomontana vive en luto. Lo que sucedió este fin de semana, es que, acongojados, enterramos los restos mortales de dos grandes de nuestra radio y nuestra televisión.

Y no tenemos como suplirlos. Algo que duele, y mucho…

…pero el luto por nuestra TV, ya lo vestíamos desde antes.

Informa en 24 Horas, Alfonso Teja Cunningham

martes, 19 de abril de 2011

Del trapo y la lentejuela: milagros y pecados de la economía china



Cada vez más, cuando alguien se dispone a ensalzar las maravillas de la economía china y de su incesante crecimiento, no puedo quitarme de la cabeza aquella canción de Silvio Rodríguez donde hablaba de “las lucecitas montadas para escena” y del “júbilo hervido con trapo y lentejuela”. Lo siento pero no puedo evitar pensar en las múltiples maneras que tiene el ser humano para “hacerse de la vista gorda” y regodearse en la forma para evitar asomarse al fondo.
China es hoy el gigante que amenaza con quitarle la supremacía mundial a las grandes potencias. Es la GRAN ECONOMÍA capaz de desestabilizar las economías de todos los países del mundo. El enorme país que se ha convertido en el primer exportador mundial y en el principal consumidor del planeta. Con una población de mil 350 millones de personas, su PIB (producto interno bruto) se duplica cada ocho años: tan sólo en 2008, rebasó el 11%. Ya es la segunda economía del planeta, aventajando a la poderosa Alemania; en 2015, sobrepasará a Japón y deberá superar a Estados Unidos en 2050. Cuenta con los rascacielos, los estadios, las instalaciones deportivas y los aeropuertos más espectaculares del mundo. Así quedó claro durante los pasados Juegos Olímpicos de Beijing (2008).
Hace algunos años, cuando se comenzó a hablar del “milagro chino”, José Gutiérrez Vivó exclamaba en su programa de radio y con la boca llena de saliva: “ojalá los mexicanos nos pareciéramos a los chinos y trabajáramos con tanto empeño como ellos. ¡Qué aeropuertos, señores! ¡Qué rascacielos y qué autopistas! Ojalá fuéramos como los chinos”. Palabras más, palabras menos, eso anhelaba nuestro destacado comentarista. Yo, desde luego, no quiero parecerme a los chinos.

China es el país con el mayor récord de ejecutados a muerte en el mundo con más de 7 mil ejecuciones capitales al año, o sea el 80% de todas las penas de muerte aplicadas en el planeta; ha batido todas las marcas en el número de periodistas encarcelados por ejercer su oficio y de presos políticos por pensar contrario al régimen, y las violaciones a los derechos humanos son innumerables y bien conocidas por todos. Para poder construir todos los estadios e instalaciones deportivas que tanto nos sorprendieron durante los JO, el gobierno chino expropió, primero, a base de amenazas y desalojos, a los propietarios pobres de los terrenos que servirían para levantar el circuito deportivo. Les pagó cualquier cosa. Luego, explotó a miles de trabajadores que, una vez terminada la “espectacular” obra, fueron echados por la policía para demoler las barracas que los habían albergado durante siete años. Yang Chunlin, un ciberdisidente de la ciudad china de Jiamusi, fue enviado a un campo de trabajos forzados a principios de este año por recoger firmas en contra de la celebración de los Juegos Olímpicos. Yang Chunlin fue el creador de la campaña “Queremos los derechos humanos, no los JO”.

Entre sus aliados, China cuenta con el apoyo y la colaboración de países como Birmania, Sudán y Corea del Norte. La masacre de los monjes desarmados perpetuada en 2007 en Rangún (antigua capital de Birmania), fue vista por Pekín como “un asunto interno” que, sin embargo, fue resuelto con armas chinas. De acuerdo con el destacado periodista Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique:
“China ya posee unos 250.000 millonarios en dólares. Pero las políticas liberales del sistema también han aumentado las desigualdades entre ricos y pobres, entre ganadores y perdedores. Unos 700 millones de chinos -47% de la población- viven con menos de dos euros diarios, y, de ellos, unos 300 millones con menos de un euro diario. Porque el "milagro" está basado en la represión y la explotación de una inmensa hueste de trabajadores (los que fabrican para el mundo entero toda clase de bienes de consumo baratos). A veces trabajan entre sesenta y setenta horas semanales por sueldos inferiores al salario mínimo. Más de 15.000 obreros mueren cada año en accidentes laborales. Los conflictos sociales están aumentando anualmente un 30%: huelgas salvajes, revueltas de pequeños campesinos, además de escándalos de los niños esclavos. El actual contexto es propicio al descontento. Pues en China, como en muchos países, el incremento de los precios de los alimentos y de la energía (el 19 de junio el gobierno aumentó el precio de los carburantes un 18%) se traduce en una subida de la inflación -que ya alcanzaba el 7,7% en mayo- y una consiguiente degradación del nivel de vida”.

Las autoridades, dice Ramonet, temen la amenaza de una inflación que desestabilice la economía popular a niveles tales que provoquen manifestaciones de cientos de miles –sino es que hasta de millones de personas, semejantes a las que el ejército chino aplastó en la plaza Tiananmen en junio de 1989. Encima, está el peligro de una catástrofe ecológica que cada día preocupa más a los ciudadanos no sólo de China, sino del mundo entero. El propio ministro del Medio Ambiente chino, Pan Yue, admitió al periódico alemán Der Spiegel: "Cinco de las ciudades más contaminadas del planeta se hallan en China; las lluvias ácidas caen sobre un tercio de nuestro territorio; la mitad de las aguas de nuestros siete principales ríos son inutilizables; un tercio de nuestra población respira un aire muy contaminado. En Beijing, entre el 70% y el 80% de los cánceres tienen por causa el medio ambiente degradado".

Pasemos del júbilo hervido; no nos quedemos en la forma soslayando el fondo y contribuyamos a crear una conciencia más crítica.
Informa en 24 Horas, Laura Martínez Alarcón.

sábado, 2 de abril de 2011

¿Será Dragón o será Alebrije?


Mientras el PRI, el PVE y el PANAL tienen definido, desde la semana pasada, a Eruviel Ávila Villegas como el candidato de UNIDAD, que los representará en las próximas elecciones del 3 de julio en el Estado de México, el PAN y el PRD se debaten en la incertidumbre.

Nadie sabe, si al final, será un Dragón o más bien un Alebrije. ¿Quién será el abanderado, de la aún no muy definida Alianza PAN-PRD? ¿Luis Felipe Bravo Mena, precandidato del PAN, o Alejandro Encinas, precandidato del PRD? El primero,a veces dispuesto a renunciar a ser la cabeza, en favor de una Alianza, cuyo objetivo principal, o más bien único, es tomar o arrebatar el poder, que se encuentra en manos del priísmo mexiquense, desde hace más de cincuenta años y otro día, declarando que le gustaría ser el candidato de la Alianza. El segundo, Encinas, contrario a la misma Alianza, pero aún así,¿candidato o precandidato? del PRD, ¿pero de cuál PRD? Si hay dos, el PRD, partidario de la unión con la derecha, "los aliancistas" y el PRD, contrario a ésta, del cual forma parte el propio Encinas.

¡Ya no entiendo nada, que alguien me explique! Mientras lo que al parecer fue una minoría, integrada en su mayor parte, por miembros de las cúpulas de la derecha y la izquierda, del PAN y el PRD, y pocos electores de ambos partidos,se pronunció en una consulta "popular" a favor de la Alianza, el sector más duro del PRD, no acepta la misma y lo mismo parece ocurrir en las filas más tradicionalistas del PAN, que en honor a la verdad, parecen subordinarse más, en aras de lo mejor para el partido.

¿Habrá dos candidatos del PRD en las elecciones mexiquenses?¿El PAN tendrá uno sólo, en alianza con el PRD? ¿Será panista, será perredista? Como la canción de nuestros juegos infantiles ¿Será melón, será sandía?
La incógnita tendrá que ser despejada entre el 10 y el 15 de abril, fecha límite, para que los partidos registren a sus candidatos.

Mientras tanto, esta semana, nos seguiremos haciendo mil preguntas y cabe la reflexión:¿al final, el contendiente de Eruviel Ávila, será esa figura mítica, fantástica, profundamente mexicana que es el Alebrije? ¿Ese animal que se originó en los sueños de muerte de un artesano mexicano, conformado por alas, por cuernos, por colmillos de diferentes animales?¿Será un Hotentote, creado por instrucciones del pintor mexicano, José Antonio Gómez? "Toma un Judas, y ponle cola y alas de Murciélago"

En todo caso, y eso sí, indudable, el Alebrije es mítico y único y sólo mexicano.


Informa en 24 Horas Julieta Berganza Linares

viernes, 1 de abril de 2011

Aquellos dedos azules... Parte II

Luego de pulular por la enorme metrópoli sintiéndome como el ranchero de la película, un viernes de febrero de 1978 decidí ir a Televisa, pero no a buscar chamba, sino a saludar a mi amigo y paisano Cepillín.

Después de todo, pocos meses antes, en un rápido viaje de exploración a la capital, Ricardo (ya convertido en titular del Canal de las Estrellas) me había dicho: "Vente pa'cá Poncho. Nosotros aquí la hacemos. Aquí todos son regüevones... Todos llegan a sus oficinas ¡a las once!"...

Y cuando semanas después, la cosa apretó allá en Monterrey porque la cooperativa de CRÓNICA 7 no avanzaba, y la tele y la radio estaban más muertas que nunca, fue cuando me decidí. Así empaqué mis tres camisas, mis dos libros, mi otro pantalón, y ¡vámonos a México!

Pero aquel viernes de marras, cuando pregunté en la recepción de Chapultepec 18 por mi amigo, recibí una respuesta inesperada: ¡Cepillín anda de gira!... Contrariado, pues era cerca del mediodía y no tenía otra cosa qué hacer (ni lana para hacerlo), salí a caminar por esa banqueta de la avenida Chapultepec que siete años y siete meses después veríamos cubierta de escombros. ¡Y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme nada menos que a Félix Cortés Camarillo!

Lo abordé de inmediato y le recordé que nos habiamos conocido en un simposio sobre Comunicación auspiciado por la Universidad de Monterrey. Le regalé unos ejemplares de nuestra revista y directamente aproveché para pedirle chamba. Textualmente me respondió -y no se me olvida-: "Estamos muy apretados, pero hablas inglés, ¿verdad?"
- Si.
- Pues ven a mi oficina el lunes a las diez de la mañana.

Como sería de esperar, ese fin de semana se me hizo más largo que de costumbre. Pero todo plazo se cumple finalmente, como sabemos, y el lunes me presenté con camisa limpia y el otro pantalón, en la oficina del Asesor en Información de la Presidencia de Televisa puntualmente a las diez. Cortés llegó a las once.

Me hizo algunas preguntas generales y de inmediato me pidió que escribiera algo en la máquina eléctrica de Irma, su secretaria. En mi vida había yo manejado una máquina de escribir tan sofisticada. A mucha honra lo digo: yo alcancé el tiempo heroico de "la vieja Remington" (que no es un revólver) y las modernas "Olympia". Modernas por diseño, pues tambien eran mecánicas y trabajaban a fuerza de dedo. Y bueno, pues ahí me tienen buscando cómo se encendía la IBM ejecutiva en la que yo tenía que demostrar que sabía escribir. Por fin logré cuadrar el papel, ¿y ahora, qué escribo?

Para mi fortuna iba yo muy descansadito y se me prendió el foco. Escribí en altas "BREVE HISTORIA DEL PERIODISMO", y como subtítulo: "Apuntes al vuelo en máquina eléctrica...". Cuando llevaba unos tres o cuatro párrafos, y ya habia dejado atrás tablillas de barro y cantares de gesta y a los mester de juglaría y clerecía, y comenzaba a abordar los primeras etapas del periodismo moderno, Cortés Camarillo me llamó al interior de su pequeña oficina en donde dos imágenes llamaron fuertemente mi atención. Primero, un gran cartel en el que un chimpancé sonriente golpeaba el teclado de una máquina de escribir. Me sentí aludido, pero la ironía de la imagen me resultó más cómica cuando interpreté la leyenda que adornaba el "poster": Give enough monkeys enough typewriters and you'll find a Shakespeare sooner or later.

La otra imagen era una foto en la pared en la que el "Tigre" Azcárraga, grandote y sonriente, abrazaba o más bien envolvía a Félix y le dedicaba su firma rubricada con un clarísimo: "Tu patrón".

Después de leer muy rápidamente mi modesto pergeño, Cortés me dijo: "Parece que tienes posibilidades. Así que recuerda algo muy importante. Aquí lo único que no se puede, es decir no se puede". Dicho esto me ordenó seguirlo. Subimos a la especie de tapanco en el mezzanine de Niños Héroes 27 donde estaba la Jefatura de Información y me presentó con Raúl Hernández, a quien le dijo lacónicamente: "Vamos a probar a este muchacho. Parece que no es bruto", y se retiró sin más.

En ese instante sentí la mirada penetrante, de quien iba a ser mi jefe directo por más de un año. Muy lejos estaba de imaginar los claroscuros extremos que me aguardaban en el futuro inmediato. Pero cuando se es joven uno actúa como si el futuro nunca fuera a llegar...
Fin de la segunda parte
INFORMA EN 24 HORAS, ALFONSO TEJA